Invasión de vía pública sigue imparable en el bulevar Vicente Guerrero

La invasión de la vía pública en el bulevar Vicente Guerrero por parte de comerciantes informales continúa creciendo sin control, pese a los operativos realizados por las autoridades municipales. Banquetas, calles e incluso accesos a negocios establecidos están ocupados por puestos improvisados, lo que ha generado molestias entre los peatones y el sector comercial formal.

De acuerdo con ciudadanos y comerciantes establecidos en la zona, los ambulantes han instalado estructuras con madera, láminas, lonas y rejas metálicas, dificultando el paso peatonal y obligando a muchos a caminar por el arroyo vehicular, lo que representa un riesgo para su seguridad.

“Ahora hasta debajo de los puentes se están colocando vendedores. La situación ya es exagerada”, denunció Mercedes Marín Castro, comerciante formal del bulevar, quien asegura que los informales afectan directamente las ventas de quienes sí cumplen con el pago de licencias y servicios.

Falta de acción real

A pesar de que en algunas ocasiones autoridades municipales han retirado estructuras, los comerciantes ambulantes regresan al día siguiente y vuelven a instalarse, muchas veces en los mismos lugares. Esto ha generado la percepción de impunidad y una falta de voluntad por parte del gobierno local para controlar el comercio informal.

Los comerciantes establecidos aseguran que sus ingresos se ven severamente afectados no solo por la competencia desleal, sino porque los informales obstruyen la entrada a sus negocios, generando además una mala imagen urbana.

Violación a la ley y riesgo para peatones

Además de invadir el espacio público, los vendedores ambulantes no cubren ningún pago al municipio, lo que representa una violación a la Ley de Ingresos municipal, ya que carecen de licencias de funcionamiento o permisos como comerciantes tolerados.

El problema se ha extendido a ambos sentidos del bulevar Vicente Guerrero, donde los puestos se multiplican sin control. “Cada día surgen nuevos, y no se ve que haya un freno”, lamentan los vecinos.