Denuncia de El Costeño destapa presunto abuso contra empleada
El comediante acapulqueño El Costeño denunció públicamente que el Ayuntamiento de Acapulco presuntamente liquidó a su hermana, trabajadora con más de 20 años de servicio, con apenas 80 mil pesos de los alrededor de 300 mil que le correspondían por ley. Su testimonio ya es viral y reabre el debate sobre abusos laborales en el municipio.
Una denuncia nacida desde lo personal y lo político
En un video de casi cuatro minutos, el comediante Javier Carranza, conocido como El Costeño, explicó por qué su crítica hacia la presidenta municipal Abelina López Rodríguez no surge de un chiste, sino de una experiencia familiar marcada por lo que él llama un acto de profunda injusticia.
“Mi inconformidad no nace de un capricho, nace de un acto de injusticia hacia mi familia”, comienza diciendo. Relató que su hermana, trabajadora del Ayuntamiento por más de dos décadas, fue despedida sin un proceso claro y sin la liquidación correspondiente.
Según su testimonio, legalmente le tocaban cerca de 300 mil pesos, pero la respuesta fue tajante:
“Aquí hay 80 mil pesos, lo tomas o lo dejas”.
La trabajadora, cansada de conflictos y temerosa de represalias, decidió aceptar.
Un robo que deja dudas
Pocos días después de recibir el pago, la familia vivió un episodio violento: un grupo de personas irrumpió en la casa de su hermana, golpeó a su sobrina —una joven con discapacidad intelectual— y preguntó directamente “¿dónde está la feria?”.
Para el comediante, no fue coincidencia: “Iban por la feria, alguien sabía”, aseguró. Acudió a la Fiscalía del Estado para exigir justicia, pero recibió una respuesta fría:
“No habrá trato especial por quién eres”.
“No pido privilegios, pido justicia y dignidad para una trabajadora”, reclamó.
Hasta ahora, no existe un comunicado oficial sobre este caso.
Promesas incumplidas y un silencio que pesa
El Costeño también recordó un encuentro con la presidenta municipal, donde —según él— López Rodríguez prometió reinstalar a su hermana. Sin embargo, asegura que nunca volvió a responder llamadas ni mensajes.
Cuando cuestionó al intermediario, relata que le dijeron:
“Es que ella no sabe usar WhatsApp”.
“No es falta de tecnología, es falta de palabra”, afirma el comediante en su video.
Crítica pública a la administración municipal
La denuncia se combina con cuestionamientos más amplios hacia la gestión municipal:
- Reclamos por presuntos cobros indebidos por recolección de basura en plena crisis tras el huracán Otis.
- La falta de visión cultural para la ciudad.
- El caso del secretario captado robando durante la emergencia.
- La contratación de espectáculos costosos mientras —según narra— se le pedía al comediante presentarse en el Carnaval de Acapulco sin pago.
“Sí hay dinero para traer espectáculos caros, pero no para pagar a un artista local”, dijo.
Para él, su sátira política no es venganza, sino una forma legítima de cuestionar el poder.
“Exhibir lo que no se quiere decir en voz alta”, remata.
Un reclamo sobre la dignidad del trabajador acapulqueño
La denuncia de El Costeño se ha vuelto viral porque no solo habla de su hermana, sino de una sensación compartida por muchos acapulqueños: que sus derechos laborales valen cada vez menos y que las autoridades no responden con la transparencia y humanidad necesarias.
Su mensaje final deja claro el trasfondo emocional del testimonio:
“Mi crítica proviene del dolor de ver cómo trataron a mi hermana y cómo la dignidad de los acapulqueños cada día está por los suelos.”
La denuncia del comediante reabre una herida que muchos trabajadores del puerto reconocen: la distancia brutal entre lo que la ley dicta y lo que realmente reciben. Un llamado urgente a dignificar el servicio público.



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