Acapulco colapsa… pero “Abelina barre camellones para la foto”
Con escoba en mano, propaganda y discursos, la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, arrancó este viernes una nueva edición de su brigada “Paz, Honestidad y Corazón para la Reconstrucción de Acapulco”, ahora en la zona conocida como “La Y”, sobre la carretera federal México-Acapulco. Sin embargo, lo que busca vender como una estrategia de transformación profunda, se percibe cada vez más como un espectáculo superficial para encubrir una administración reprobada en los temas de fondo.
Mientras la presidenta afirma que “un Acapulco limpio es un Acapulco digno”, la ciudad sigue sumida en crisis de servicios públicos, inseguridad creciente, corrupción institucional y abandono tras fenómenos naturales como el huracán ‘Otis’. La recolección de basura es deficiente, el alumbrado público es intermitente y los baches siguen siendo parte del paisaje cotidiano, especialmente en zonas fuera del alcance mediático de sus brigadas.
En cada acto de estas jornadas, donde se despliegan cientos de trabajadores y se lucen camisas con lemas optimistas, el discurso se enfoca en “la paz como construcción colectiva”, mientras la población enfrenta toques de queda autoimpuestos, como ha ocurrido en Igualapa, por la falta de seguridad y la ausencia de patrullajes municipales. La incoherencia es clara: ¿de qué paz se habla cuando hay colonias donde ni la policía entra?
Llama la atención también que se promueva la honestidad como valor central de la brigada, mientras la administración ha sido acusada repetidamente de improvisación, uso clientelar de recursos y nulo avance estructural. Obras anunciadas no llegan, y muchas solo existen en papel o en eventos de banderazo con fotografías para redes sociales. Lo esencial: agua potable, alumbrado constante, recolección diaria de residuos, mantenimiento urbano, seguridad real, sigue sin respuesta.
Y aunque algunas voces ciudadanas agradecen los trabajos, muchas otras denuncian que lo único que funciona bien en esta administración es la estrategia de propaganda, con eventos masivos, lonas, discursos y medios comprados. Lo que falta es capacidad, orden y una visión de ciudad con futuro.
Abelina López sigue culpando a administraciones pasadas, mientras su propio gobierno se ha convertido en símbolo de pan y circo: limpia camellones, pero ensucia la confianza pública con actos que ignoran los verdaderos problemas estructurales del puerto. En lugar de reconstrucción, lo que parece haber es una puesta en escena para encubrir el colapso institucional que se vive en muchas colonias de Acapulco, así se puede leer en los comentarios en redes sociales de decenas de ciudadanos.
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