Hospital nuevo del ISSSTE en Acapulco: más ruina que revolución médica

Lo que fue anunciado como un hospital de primer nivel del ISSSTE para transformar la atención médica en Guerrero, hoy luce como una obra fallida antes incluso de ser inaugurada. A semanas de su apertura oficial, el edificio presenta grietas en paredes, quirófanos inhabilitados, pasillos con filtraciones y una estructura que no da señales de estar lista para operar.

Según denuncias de trabajadores y usuarios, las fallas en la construcción son evidentes: desde muros resanados de forma improvisada, hasta zonas del área oncológica en condiciones precarias. “Esto no está listo”, han reiterado empleados del sector salud, quienes advierten que las condiciones actuales no garantizan seguridad ni funcionalidad para brindar servicios médicos dignos.

El hospital, que debía estar equipado con especialidades y servicios quirúrgicos de alto nivel, carece de muchas de esas áreas, mientras que las ya construidas muestran deficiencias estructurales que ponen en duda su viabilidad.

Pese a estas señales de alarma, el ISSSTE y la Secretaría de Infraestructura guardan silencio. Las autoridades no han ofrecido una explicación pública sobre el estado de la obra ni una fecha certera de apertura real.

Mientras tanto, el centro médico —presentado como símbolo de progreso— se ha convertido en símbolo de decepción para trabajadores, derechohabientes y ciudadanos que esperaban un verdadero cambio en el sistema de salud.