“Abelina sigue sin rumbo ni coordinación”: Adela Román
Mientras en 2019 la entonces alcaldesa Adela Román Ocampo advertía con claridad que el municipio no tenía recursos para respaldar operativamente a la Guardia Nacional, pero al menos mostraba voluntad y orden institucional, hoy Acapulco padece una administración sumida en el descontrol, la improvisación y la falta de liderazgo.
Román Ocampo fue firme: respaldó el proyecto federal de seguridad, pero dejó claro que el Ayuntamiento no podía cubrir un gasto que le corresponde a la Federación. Incluso reclamó la falta de información oficial sobre la llegada de elementos, en contraste con la opacidad y sumisión con la que hoy la alcaldesa Abelina López Rodríguez enfrenta las mismas problemáticas, sin exigir, sin coordinar y sin rendir cuentas.
Mientras Adela se sentaba a discutir temas de seguridad pública con el gobernador y otros alcaldes, Abelina parece más ocupada en promover su imagen en redes sociales y evadir cualquier responsabilidad real ante la ola de violencia que golpea al puerto.
El discurso de Adela Román evidenciaba una postura institucional, defendiendo al municipio sin confrontarse con el gobierno federal, pero dejando en claro que la seguridad no puede improvisarse ni descargarse únicamente sobre los gobiernos locales. Hoy, bajo la administración de Abelina, los acapulqueños ni saben si hay coordinación con la Guardia Nacional, ni si existe estrategia, ni mucho menos resultados.
Y mientras la ciudad enfrenta ejecuciones diarias, desapariciones y extorsiones, la alcaldesa parece vivir en otro Acapulco, uno de eventos, boletines triunfalistas y giras sin fondo.
Es evidente: gobernar con firmeza y con claridad no es lo mismo que improvisar y echar culpas. Adela Román, con sus aciertos y errores, al menos hablaba claro. En cambio, Abelina López sigue sin entender que la seguridad pública no se maneja con discursos vacíos, sino con planeación, coordinación y liderazgo, tres cosas que su administración simplemente no tiene.
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