A dos años del huracán Otis: Acapulco sigue reconstruyéndose entre pérdidas millonarias

A dos años de aquel 24 de octubre de 2023, cuando el huracán Otis tocó tierra en la costa de Guerrero con categoría 5, Acapulco continúa viviendo las secuelas del fenómeno natural más devastador en su historia reciente.

Otis sorprendió al país por la rapidez con la que se intensificó y por el impacto directo sobre el puerto, con vientos de más de 270 kilómetros por hora, dejando una estela de destrucción sin precedentes.

El impacto

Durante la madrugada del 25 de octubre de 2023, Acapulco quedó prácticamente incomunicado. Más de 51 mil viviendas fueron destruidas y alrededor de 80 mil sufrieron daños severos. Se estima que el 80% de los hoteles resultaron afectados, colapsando gran parte de la infraestructura turística y de servicios del puerto.

Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos derribaron árboles, postes, edificios y vehículos. Miles de familias quedaron sin energía eléctrica, agua potable ni comunicación durante varios días, mientras que las labores de rescate y auxilio se vieron obstaculizadas por los daños a carreteras y caminos.

Pérdidas económicas históricas

El impacto económico de Otis fue catalogado como uno de los más costosos en la historia del país. Las pérdidas totales se estimaron entre 240 mil y 320 mil millones de pesos mexicanos, considerando los daños a viviendas, infraestructura, hoteles, comercios y servicios públicos.

De acuerdo con estimaciones oficiales, el Gobierno Federal destinó una primera bolsa de 61 mil 300 millones de pesos para los trabajos de reconstrucción en Acapulco y municipios cercanos. Sin embargo, cálculos posteriores de organismos financieros elevaron la cifra total de pérdidas hasta los 287 mil millones de pesos, equivalentes a más de 16 mil millones de dólares.

Dos años después

Hoy, a dos años de la tragedia, Acapulco sigue en proceso de recuperación. Algunos hoteles y zonas turísticas han reabierto parcialmente, pero miles de familias aún enfrentan dificultades para reconstruir sus hogares y negocios.

El puerto ha recuperado parte de su actividad económica y turística, aunque persisten retos en materia de vivienda, servicios básicos y empleo. La magnitud de los daños reveló la vulnerabilidad de las ciudades costeras ante fenómenos meteorológicos extremos, así como la necesidad de fortalecer la prevención y la infraestructura urbana.

Un antes y un después

El huracán Otis marcó un antes y un después para Acapulco. Más allá de las cifras, el impacto social y emocional en miles de familias dejó una huella profunda. A dos años de distancia, el recuerdo de aquella madrugada continúa vivo en la memoria colectiva del puerto, que sigue demostrando su resiliencia frente a la adversidad.