Abandono de servicios en Acapulco contrasta con fiestas en yate

En pleno abandono de servicios en Acapulco, servidores públicos vinculados al Ayuntamiento fueron captados en una fiesta en yate, mientras miles de familias enfrentan drenajes colapsados, calles destruidas y desabasto de agua. Las imágenes desataron indignación y cuestionamientos por posible uso indebido de recursos.

Fiestas en altamar mientras el puerto se hunde en la crisis

Mientras colonias enteras viven entre fugas de aguas negras y tuberías reventadas, el caso de Samantha Montalva, empleada directa del regidor Eric Romero Morales, encendió alarmas públicas. Montalva fue exhibida celebrando en un yate privado junto a otros funcionarios, pese a formar parte del equipo cercano de Abelina López, con quien presume una relación de “amistad cercana”.

La Comisión de Servicios Públicos, encabezada por Romero Morales, es responsable de supervisar el funcionamiento urbano básico: alumbrado, recolección de basura, agua potable y mantenimiento de drenajes. Sin embargo, los reportes vecinales de zonas como Renacimiento, Progreso, Ciudad Renacimiento, Zapata y Coloso muestran un patrón de abandono sistemático.

“Las calles están reventadas, no hay agua y drenaje menos. Pero ellos en yates… eso es una burla para Acapulco”, denunció la señora Maribel Figueroa, vecina de la zona de La Sabana.

Red de cercanías políticas y funcionarios bajo sospecha

Samantha Montalva no es un caso aislado. Su jefe directo, Eric Romero, mantiene —según fuentes internas del Ayuntamiento— una estrecha relación política con Leticia Lozano Zavala, figura clave dentro de CAPAMA, el organismo más señalado por corrupción y negligencia en el puerto.

CAPAMA arrastra denuncias por desvío de recursos, omisiones en mantenimiento hidráulico y fallas en la distribución de agua potable. El vínculo entre Romero, Lozano y personal del círculo interno municipal alimenta sospechas de una red de corrupción en servidores públicos que opera sin supervisión real.

Nóminas infladas y favores políticos: el costo para la ciudad

Testimonios de trabajadores municipales indican que varios puestos cercanos al poder fueron creados para “operadores de confianza”, muchos con sueldos superiores al tabulador regular. Según empleados de CAPAMA y de la propia Secretaría de Administración, estos espacios han servido para pagar favores políticos más que para atender las urgencias de la ciudad.

“Mientras las nóminas crecen, los drenajes revientan. No tenemos herramientas, no hay refacciones. Pero siempre hay dinero para fiestas”, afirmó un trabajador de campo que pidió anonimato por temor a represalias.

La exhibición pública de Montalva en altamar se volvió símbolo de ese contraste: burocracia privilegiada frente a una ciudad que exige auxilio.

El impacto social: indignación y hartazgo ciudadano

El deterioro urbano no es una percepción aislada: colonias sin agua durante semanas, calles imposibles de transitar y drenajes colapsados muestran un Acapulco fracturado. Mientras tanto, desde el gobierno municipal no se ha emitido un posicionamiento formal respecto a los señalamientos.

Hasta el momento, no hay un comunicado oficial sobre el caso, pese a que las imágenes continúan circulando y acumulando críticas.

Para los habitantes del puerto, este episodio confirma lo que muchos sospechaban: una estructura pública desconectada de la realidad y más interesada en privilegios que en resolver el colapso de los servicios básicos.

Acapulco vive una crisis que exige responsabilidad y transparencia. Mientras persistan privilegios y silencios oficiales, la desconfianza seguirá creciendo. La ciudad necesita servidores públicos, no figuras que usen el cargo para su beneficio personal.